
El piso color blanco, mayólicas viejas, paredes oscuras difuminados. Aroma suave, mirada escasa, penumbra llena de mas penumbra. Cansado de atender,escuchar, ir y venir, salía y no entraba como antes, y si regresaba siempre se escondía de sus noches de gloria, de las de otoño de antaño y de versos monólogos. Luz naciente que solo aparece cuando el entorno es de risa, presa fácil de los latidos inmerecidos. La locura inavade su cuerpo haciendolo actuar como un muñeco, aquel juguete incansable de hacer confundir a los demás con su personaje erudito. Elemental elemento que no miente, sin verguenza de decir que es un perro hambriento, sediento y medio mugriento noble. Las cosas no mejoran solo porque uno quiere que asi sea y que los buenos momentos ya no volveran porque todo pasa, cambia y se gasta. Solo le queda llevarlas por siempre o en todo caso borrarlas si él quiere. También me dice que las personas no aceptan la muerte, aquella realidad de saber que no tenemos mucho tiempo por andar en este mundo oscuro para millones, sucio para billones y felices para miles. Ahora cambia su rostro porque recuerda esos dias fantasticos, pareciera que se le llena de esperanza. Sonríe. "Si no supistes aprovechar tus años fuertes y tus épocas de buen pastor, olvídalo ! tu rebaño ya fue, ya cambió". Levanta su voz. Toma aire nuevamente y repite "dichosos los que hicieron para los que otros resultó imposible creer y escuchar, de ellos sirve que el mundo siga girando y que muchos se enamoren de sus anhelos e ideas". Siente pena. Trato de entenderlo. El silencio se apodera de nosotros por unos segundos y lo rompe al decir que se siente como si estuviera en un bote que se mueve poco a poco sin destino y con movimientos indefinidos. Quiere dejarse llevar por su marea, por el sendero de su satisfacción. Pareciera que se jugara los descuentos. El tipo que aprendió a nadar quiere saltar del bote para llegar a la otra orilla y escapar de su alcoholismo.


