A las 6 am fui a buscar a Eliseo para ir rumbo al sur. Destino: Km 80. Distrito de San Pedro de Mala, playa León Dormido. Nuestros demás amigos se habían marchado el día anterior y nos estaban esperando. Ni bien subimos al bus nos quedamos dormidos, (nos habíamos amanecido) y justo para suerte de nosotros, despertamos en la curva de la inmensa playa que se extiende hasta Bujama. Entre tantas carpas pude distinguir a la del grupo. Silbamos fuertemente mirando hacía abajo y Gustavo con Giru nos respondieron el saludo levantando la manos. Bajamos por el camino de arena y piedras al lado de la carretera para darnos el fuerte abrazo del primer día del año con mis hermanos Miguel y Willy, Rafo, Paul, y Enzo. A pesar de estar cansados por la bohemia jugamos una pichanga de fulbito. Luego el chapuzón con las amables olas y después el ful vaso. Era muy temprano para la diversión. Las chelas iban y venían. No se rogaba para beber ni tampoco para comprar. Al promediar la una de la tarde me dejé caer por sueño en la arena. Desperté por hambre. Hize una que otra fotografía para la posteridad y antes de morir la tarde observe algunos bufeos(parientes de los delfines) saltando acrobáticamente, me imaginé que querían mostrarse ante los veraneantes.La noche se volvía solitaria y bella. El cielo se llenaba de estrellas y recíen era la primera noche que me estaba quedando en el Valle de Mala. La oscuridad le daba a los cerros una forma de gato y el otro se asemejaba un león dormido, de allí el curioso nombre.
Hasta mañana.

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