
El ambiente se prestaba para disfrutar la bohemia en la Lima pecadora. Los vecinos del Jr. Cajamarca en Barranco estaban celebrando su febrero carnavalesco. Si bien era un chancay de a veinte centimos en cuanto a expresión artística, la lujuría se mostraba con claridad. Conforme pasaba el vaso en rondas cheleras "la noche se pintaba" bonita. La gente bailaba a ritmo de reggae, pachanga y salsa, gracias a una banda local que apostaba por hacer bailar a su público. La noche se veía larga y ya empezábamos a sacudir el cuerpo. En cada motivación mi metamorfósis aumentó hasta convertirme en un murgero. Alex, Rafo, Cristhian, "Sombra" y Michel, también. Para nosotros el carnaval recién había empezado. Por alli que me cayó un poquito de talco en la ropa.
Los vecinos tiraban agua y uno que otro globo pasó cerca de la cabeza de un compañero. La adrenalina subía y con ello mis palpitaciones. La emoción ascendía y con ello el gasto de nuestros bolsillos. La felicidad pasajera desbordaba cuando me puse a dar vueltas en la comparsa del dragón. El reloj no existía. Uno que otro flash que disparé para guardar los momentos Nikon. Y al ritmo de la música (en mi locura) bailé no se que tema con Katia, una amiga que se vacilaba de lo lindo con su pareja, jaaa. Lo más chévere de esto es que fué como dice tu padrino "Chespirito", "fué sin querer queriendo". Y como todo tiene su fin... me despedí de los amigos para establecer mi límite con la bohemia pecadora. Felizmente no fué Río de Janeiro(aaaaasu) porque sino la lujúria no tendría cuando acabar. Hasta Mañana amigos...
Los vecinos tiraban agua y uno que otro globo pasó cerca de la cabeza de un compañero. La adrenalina subía y con ello mis palpitaciones. La emoción ascendía y con ello el gasto de nuestros bolsillos. La felicidad pasajera desbordaba cuando me puse a dar vueltas en la comparsa del dragón. El reloj no existía. Uno que otro flash que disparé para guardar los momentos Nikon. Y al ritmo de la música (en mi locura) bailé no se que tema con Katia, una amiga que se vacilaba de lo lindo con su pareja, jaaa. Lo más chévere de esto es que fué como dice tu padrino "Chespirito", "fué sin querer queriendo". Y como todo tiene su fin... me despedí de los amigos para establecer mi límite con la bohemia pecadora. Felizmente no fué Río de Janeiro(aaaaasu) porque sino la lujúria no tendría cuando acabar. Hasta Mañana amigos...

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